La Ciudad de los Cerros de Oro y mi Vida
Desde mi balcón en un piso diecisiete miro una ciudad que no descansa, ni duerme una ciudad que no se apaga, sus luces parecen monedas de oro brillando a más no poder, el cielo algo brumoso e iluminado no permite distinguir una solo estrella en el firmamento, los autos avanzan a una velocidad tan veloz, que mi vida pareciera quedar atrás. Vengo de un lugar completamente diferente, un lugar en donde el silencio llega a ser a ratos ensordecedor, donde la gente descansa y apaga sus luces temprano para ir a dormir. Me siento bien donde estoy, pero a ratos no se si pertenezco acá, cada día que pasa me convenzo más que este es mi lugar, mi sitio donde nadie me lo ha invadido aun, no se por que digo esto, creo que hay veces en las que tenemos la necesidad de escapar de algo o de alguien, pero no se de que. Cuando llegue aquí por primera vez supe que todo seria diferente, nada podría volver atrás todo en la vida tiene su curso, creo que el mio era estar acá, dejar atrás los recuerdos, los