La Ciudad de los Cerros de Oro y mi Vida

Desde mi balcón en un piso diecisiete miro una ciudad que no descansa, ni duerme una ciudad que no se apaga, sus luces parecen monedas de oro brillando a más no poder, el cielo algo brumoso e iluminado no permite distinguir una solo estrella en el firmamento, los autos avanzan a una velocidad tan veloz, que mi vida pareciera quedar atrás.  Vengo de un lugar completamente diferente, un lugar en donde el silencio llega a ser a ratos ensordecedor, donde la gente descansa y apaga sus luces temprano para ir a dormir. Me siento bien donde estoy, pero a ratos no se si pertenezco acá, cada día que pasa me convenzo más que este es mi lugar, mi sitio donde nadie me lo ha invadido aun, no se por que digo esto, creo que hay veces en las que tenemos la necesidad de escapar de algo o de alguien, pero no se de que. Cuando llegue aquí por primera vez supe que todo seria diferente, nada podría volver atrás  todo en la vida tiene su curso, creo que el mio era estar acá,  dejar atrás los recuerdos, los sueños que alguna vez quise cumplir en donde nací.

Los seres humanos evolucionamos de diferentes formas, algunos no son tolerantes a los cambios y otros no pueden estar estancados en un solo lugar, creo que yo soy uno de aquellos, aunque nadie me entienda, pero así decidí mi vida y estoy convencido que no le echo daño a nadie, quizás no soy la persona mas feliz del mundo, mas bien soy feliz a mi manera, tratando de hacer de cada momento algo inolvidable, siendo correcto y fiel a mis principios. Nunca pensé ni imagine vivir en la ciudad de los cerros de oro en donde quizás sus habitantes no se den cuenta de su belleza, pero a mi me alegran la vida cada día.

Tuve sueños y tengo muchos sueños, quizás muchos nunca concretare, mas bien muchos de ellos por decisión propia dejare en el pasado o en manos de Dios, quizás no tengo mucho, ni soy millonario, pero tengo dos seres que me acompañan día a día enseñándome de cada uno lo mejor de ellos. Mi familia es pequeña, pero gigante, es peleadora, pero unida, somos un poco tristes  pero felices a la vez, esas contradicciones que nos da la vida son las que la hacen tan especial, cada ser humano es un mundo distinto, no tenemos por que ser iguales.

Al caminar por las calles y ver a tanta gente distinta una de la otra, le doy gracias a Dios por la diversidad y por irme retroalimentando de la gente que voy conociendo día a día.

Si bien no soy un gran dramaturgo, ni un gran pensador, trato de plasmar mis sentimientos en algunas paginas, quizás a algunos les sirva y les deje una enseñanza o simplemente a otros ni siquiera les importe, mas yo creo que cada vida y cada historia nos entrega y enseña algo.

En mi corto caminar por estos 24 años, he visto a mucha gente caer, a mucha gente levantarse, a mucha gente morir y a otras que no he visto nunca más.

Quizás muchos nunca me valoraron, ni creyeron en mi en algún momento, muchos se burlaron y rieron de mi, muchos me dijeron que no podía,  a esa gente les digo que pude y podre con la ayuda de Dios. Alguna vez escuche, no recuerdo en donde lo escuche, ni menos quien lo dijo, pero esa frase me marco y me hizo ver la vida con mis propios ojos y que si yo no hacia las cosas nadie las haría por mi y no creo que llegar a viejos y decirnos por que no lo hice no es lo mejor, preferible decir lo intente y no resulto, la frase es la siguiente:


"Aunque te digan que tu nunca podrás  sigue adelante y lucha, esa persona solo te dice eso por que el nunca pudo y eso no quiere decir que tu no podrás"

Suerte en la vida y que Dios los acompañe y Bendiga siempre.



Por Fernando Wilkinson
Google

Comments

Popular posts from this blog

Como afrontar los golpes de la vida

¿Por qué nos aferramos tanto a lo material?

Papá Olvida