¿Cómo medir la libertad?
Dos amigas caminando por las calles de una ciudad ruidosa, llena de gente inmersa en su mundo personal, gritos desde una calle a la otra, bocinas sonando sin parar, humo saliendo de las fabricas, en fin, "el mundo real". Todos hacen su vida sin importar que el otro también tiene una y debe vivirla al igual que todos, - ¿Alguna vez nos hemos parado a preguntarnos por la vida de otro? o - ¿Somos tan ególatras que creemos que somos los únicos en este mundo? Cuando caminamos por las calles muy rara vez nos damos vuelta a apreciar los brincos que daba una niña en el parque, o el perro durmiendo, sólo lo vemos cuando necesitamos pasar y este nos obstaculiza el paso. Salir a la jungla de cemento es toda una odisea para quienes aprecian y disfrutan de ese momento, observar algo más allá que nuestra propia existencia, tener el poder de dar vuelta la cara, saludar, pedir permiso, dar las gracias o simplemente sonreír, son costumbres que hemos ido perdiendo con el tiempo, - ¿Ser